por Jon Ander Zearra (AMBAR)
Tras concedernos la oportunidad de embarcarnos en la campaña Trienal de AZTI, el viernes 29 de Abril, nos dirigimos al puerto de Pasaia, donde nos esperaba la que iba a ser nuestra casa durante los próximos días. Nos embarcábamos en el buque oceanográfico Ramón Margalef, para acompañar en la campaña de estimación de biomasa de verdel, chicharro y anchoa en el área del NEA (NorEste Atlántico) de AZTI-Tecnalia, como observadores.
El sábado 30, como se había acordado, zarpamos de Pasaia a las 09:00. La mar estaba revuelta, olas de 4 metros y vientos de 40 nudos y teníamos mucho viaje por delante. Tras recibir una charla de seguridad a bordo, nuestros cuerpos empezaron a notar la fuerza del mar. Los camarotes poco a poco se fueron llenando y las zonas comunes del barco fueron quedando vacías, “El Barco Fantasma” lo llegaron a llamar. El mar había hecho mella en gran parte de la tripulación y solo algunos afortunados fueron capaces de aguantar la dureza del mismo. Para algunos un día duro, en el que tres avistamientos oportunistas fueron todo lo que vimos, ya que por las condiciones meteorológicas no pudimos empezar con los avistamientos.